lunes, 15 de agosto de 2016

SUGAR BEACH - ISLA DE APO


Llegamos y nos instalamos en isla pequeña pero llena de de tesoros...


Por la mañana (sobre las 9h), nos despedimos de Sugar Beach con pena. Por la orilla de la playa llegamos al río, cogimos un bangka pequeño (60 PHP los 2) que nos dejó al otro lado, allí cogimos una moto taxi (150PHP los 2) que nos dejó en la estación de autobuses y en seguida subimos a un autobus Cicar (de los amarillos que peinan las islas) que nos dejaría en una población intermedia, de camino a nuestro destino, donde nos subimos a otro autobús, que nos llevaría a Malatapay. El embarcadero de Malatapay está a un paseíto a pie, pasando entre los puestos, en el día de hoy vacíos, del famoso mercado que tiene lugar los miércoles, y que nos íbamos a perder.

A las 15:30 (una hora después de llegar a Malatapay) embarcamos en una bangka (300PHP c/u) a la Isla de Apo. Todos los pasajeros, 4 parejas de españoles y una de holandeses, íbamos al mismo resort: el Liberty. El Bangka nos dejó detrás de la isla, debido a los vientos y para alcanzar tierra, tuvimos que meternos en el agua hasta la cintura y recorrer un pequeño trecho sobre las rocas y piedras del fondo (y lo mismo nos pasó a la vuelta...). A mi no me importó demasiado, porque ya estaba bastante mojada de las salpicaduras del trayecto. Muy recomendable ir con ropa que se pueda mojar y lo que no se pueda mojar, bien protegido.


Para llegar al Liberty, atravesamos la isla por un sendero de hormigón, pasando entre un continuo de viviendas, negocios, huertas, animales, colegiales y, en general, gente metida en sus quehaceres y dándonos la bienvenida a Apo. Nos pareció sorprendente la densidad de población que percibimos, considerando lo pequeña que parece la isla.

El Liberty nos dio buena impresión. Es un resort con alojamiento y centro de buceo que incluye habitación y tres comidas diarias (2400 PHP). De las habitaciones que tienen, cogimos la número 7, que es de precio medio, pero no pudimos resistirnos a las vistas.

El resort está colgado de una ladera, sobre la playa principal, como si fuera una cascada. Tiene balcones de zonas comunes asomados al mar. Nuestra habitación me encantó, con mucho espacio, colores blancos, verdes y azules, baño y con balcón frente al mar. Es algo ruda pero con un sabor marino que me ha transportado. Hicimos muy bien en reservar porque al día siguiente llegaron unas parejas de españoles con las que salimos de Malapascua y ni consiguieron sitio en el Liberty ni pudieron comer aquí, donde tienen preferencia los inquilinos. Y además, les costó encontrar otro sitio.

Por otra parte, las inmersiones son mucho más baratas que en Malapascua 1000 PHP por inmersión, equipo incluido más 100 PHP de tasas al día por bucear en la zona.

La isla no tiene electricidad todo el día, así que, según para qué, es necesario estar pendiente (conectarse a internet, cargar baterías, pedirse un shake...). Además de que no se nos pase la hora de la cena, que es hasta las 19:30. De hecho, lo primero que hicimos tras dejar las cosas en la habitación fue apuntarnos a dos inmersiones para el día siguiente por la mañana y cenar frente a una agradable puesta de sol. 

Otra cosa: a las 22h se corta la luz así que a partir de entonces es poco lo que se puede hacer, salvo que lo hagas a la luz de una linterna.



RECOMENDACIONES

* Importante reservar el alojamiento con antelaciónNosotros reservamos en el Liberty  el día anterior desde Sugar Beach. Vale la pena reservar con antelación porque es un sitio muy solicitado. 
* Para el trayecto en bangka a la isla de Apo es muy recomendable ir con ropa que se pueda mojar, con sandalias con las que puedas andar dentro del agua por terreno inestable. Y protege lo que no se pueda mojar...


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