martes, 16 de agosto de 2016

APO - Inmersiones en puntos de Coco y Largaham

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Inmersiones y paseos. Regalándonos los sentidos...

Dormimos fenomenal, con el balcón abierto de par en par, bajo la mosquitera, una brisa marina refrescando la habitación y el arrullo del mar.

La isla (y creo que el país entero) está lleno de gallos que se desgañitan a pleno pulmón desde las 5 de la mañana (o desde antes...), así que a partir de esa hora, empecé a conectar con el día, pero teniendo en cuenta que me dormí a las 22h, no está mal. Por otro lado, no me molestan nada ni el kikiriki de los gallos, ni el rumor del oleaje, ni el pájaro o el sapo que cantó bajo nuestra ventana, también a horas intempestivas.

INMERSIONES POR LA MAÑANA

A las 8 se suponía que salíamos para la primera inmersión de las dos a las que nos habíamos apuntado (la otra era a las 11). Así que azuzamos al personal de cocina porque se retrasaban con nuestro muesli con plátano. Y conseguimos que nos lo sirvieran en 20 minunos y no en 30, como tenían intención. Total para nada, porque llegamos al centro de buceo "tarde" pero los primeros. 

Allí estaba el "famoso" instructor español que se sonrió y nos dijo que tranquilameeeeeeente, que hasta las 8 aquí no se movía nadie. En fin, tomamos nota para el día siguiente :-)

Primero embarcaron el equipo pesado en la barquita donde iríamos al punto de inmersión, y luego embarcamos nosotros. Llegamos al barquito nadando con las licras, los plomos, la máscara y las aletas puestas. Una vez arriba nos encajamos sentándonos entre los equipos ya montados, y las piernas colgando sobre el agua. Habíamos bajado al centro con unas mochilas ligeras algunos enseres (toalla, gorro, gafas de sol...), pero era imposible llevar nada accesorio a bordo, así que las dejamos en la oficina del centro.

Saltamos al mar en el punto llamado Coco´s. La idea era dejarnos arrastrar por la ligera corriente que había, rodeando la isla hasta el punto donde nos esperaba la barca. La inmersión fue muy agradable, con una visibilidad de unos 20 mts. a pesar de que el mar estaba algo movido. El paisaje bonito, aunque no me pareció espectacular ni en coral ni en peces. Vimos serpientes culebreando entre el coral y alguna tortuga. Había esponjas enormes, en forma de globo, impresionantes. ¡Ah! también vimos un par de meros bastante grandes. 


La segunda inmersión fue a las 11:30 en el sitio llamado Largaham. ¡¡¡Me encantó!!!!! Buceamos paralelos a una pared tapizada de coral y esponjas, y nos movimos entre grandes rocas llenas de vida. Muchos peces pequeños, mucho movimiento y color. Tortugas y un pez comedor de coral enorme al que pudimos acercarnos hasta una distancia de poder tocarlo. Tenía heridas como de haber sufrido un ataque.  Mirase donde mirase estaba lleno de vida.


TARDE DE PASEO POR LA ISLA

Ya en tierra, después de ducha dulcificadora y descansillo en nuestro superbalcón, nos metimos una comida rica y abundante a base de espaguetis en el agradable restaurante. Después dimos un paseo por el pueblo hasta la costa opuesta, donde nos había dejado el bangka que nos trajo a la isla. Es un paseo muy recomendable porque se disfruta de la vida cotidiana de la gente, de su arquitectura y de sus inquietudes y su estilo de vida. Esta otra costa es pedregosa y con arena gruesa con trozos de coral. Colocados en orden, fuera del alcance del mar, descansan las barquitas pesqueras y se puede ver algún pescador preparando las redes para el día siguiente. Me pareció muy pintoresco.


En esta zona hay una laguna salada cerrada. Las orillas estaban llenas de peces muertos o boqueando, moribundos. Cuando le preguntamos a un local, nos dijo que era debido a las lluvias que habían caído hacía pocos días. Una pena :-(


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