viernes, 5 de agosto de 2016

MADRID-CEBU. Rosario de vuelos

Nuestro vuelo salió de Madrid el 5 de agosto, el primero de cuatro que nos llevarían a Cebú City en el corazón de Filipinas, donde llegaríamos dos días después, el 7 de agosto.


Este fue el rosario de vuelos:


*Madrid-París: 2,5 horas de viaje y 2 de conexión en París. El avión salió de Madrid a las 19.30, con 1h de retraso.

*Vuelo París-Shangai: 10 horas de vuelo y 11 de conexión en Shangai, debido a un retraso del siguiente vuelo a Manila, cuyo motivo no nos explicaron. 


Hubo situación de nerviosismo entre los que esperábamos el vuelo a Shangai, pues había gente que como nosotros, teníamos conexiones muy justas en Manila. En previsión de perder nuestro vuelo Manila-Cebú pedimos un justificante del retraso para luego poder reclamar.



Tanto la información como la atención que nos dio el personal del aeropuerto, fue escasa. Antes de que empezaran a repartir galletas y agua, ya muy tarde, nosotros habíamos improvisado una cena a base de tallarines, pero para conseguirlos Vic se metió en un pequeño lío. Salió en busca de un cajero para sacar yuanes, en vista del robo de comisión que suponía cambiar unos euros en el puesto de cambio que había dentro. El problema fue al pasar de nuevo los controles de policía para volver a entrar: tuvo que dar un montón de explicaciones.

Pasamos el tiempo leyendo y dormitando. El cansancio se iba notando. Ni siquiera conseguimos conectar con la wifi gratuita del aeropuerto :(

*Shangai-Manila: 3,5 horas de vuelo y de 2 de conexión en Manila, con retraso incluido. Llegamos con la lengua fuera y justitos en hora para facturar las mochilas. Estábamos convencidos de que perdíamos el vuelo, pero no solo no lo perdimos, sino que tuvimos que esperar bastante para embarcar. ¡Benditos algunos retrasos! ;P

Llegamos a la terminal desde donde salía el vuelo a Cebú en un autobús gratuito que recorre las diferentes terminales.


*Manila-Cebú: 1,5 horas de vuelo y ¡¡¡por fin en Cebú City!!!

Aún quedaba coger un taxi y llegar el hotel que habíamos reservado desde el aeropuerto de Manila, paro ya era pan comido. ¡¡¡Habíamos llegado sanos y salvos!!! muuuuuuuy cansados pero satisfechos. Nos pusimos a la cola para los taxis que, aunque muy larga, corrió fluida y en poco tiempo estábamos en el Mayflower Inn.

Ya en la habitación, quedamos inconscientes sobre la cama durante dos horas cual muñecos de trapo, el tiempo que necesitamos para recuperar las fuerzas mínimas que necesitamos para arrastrarnos en busca de algo que echarle al estómago, bastante desorientado por el descontrol de comidas y guarrerías que le habíamos echado hasta el momento, desde que salimos de la ya lejana Madrid.

Nos decidimos por un cutrechiringuito local que había en la esquina y que nos gustó más que las franquicias y restaurantes de comida rápida que había a lo largo de la carretera. Nuestra primera comida en el país: una sabrosa sopa de arroz con pollo. Nos reconfortó y nos sentó de maravilla. Estábamos a 7 de agosto.

RECOMENDACIONES


*Lleva en la mochila de mano una botella rellenable para poder coger agua cuando se pueda, y algo de comida por si acaso, aunque sea tipo frutos secos, barritas energéticas, galletas...

*Ten en cuenta que si necesitas cambiar dinero en la parte internacional de cualquier aeropuerto, la comisión puede ser brutal.

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