sábado, 10 de septiembre de 2011

PARQUE NACIONAL CORCOBADO (DRAKE)


Hoy disfrutamos del Parque Nacional Corcobado.

A las 6am nos encontramos en recepción con la hija de Marta, que nos acompañó a la playa, donde estaba el resto del grupo para la excursión al Parque Nacional Corcovado (7 personas más el guía). Embarcamos en la lancha y zarpamos a la zona del refugio Sirena

Aunque había amanecido con sol, el cielo se fue poniendo negro y el mar se fue picando. Vic y yo que íbamos delante dimos unos botes de miedo y fuimos los que más nos mojamos cuando llovió (nos habíamos dejado los impermeables, que echamos de menos). El trayecto duró como hora y cuarto. Desembarcamos en la playa junto al río. 
Consejos: llevar flip flops para el desembarco, pues en el fondo había rocas y era difícil andar sin perder el equilibrio. Pantalones cortos o remangable para no empaparlos, y zapato cerrado para los senderos. En la lancha, sentarse en el centro o la parte de atrás par botar lo mímimo e ir más protegido de los elementos (el sol y la lluvia).


Anduvimos por senderos bien definidos, dentro del bosque entre los ríos Dulce y Sirena, pasando por el campamento La Sirena para comer el picnic que nos habían preparado. Desde el principio vimos un montón de animales. El guía se lo tomó en serio y nos buscó, apuntó y enfocó con un telescopio que llevaba, un montón de animales: cocodrilos en el río, una familia de coaties, monos (ardilla, aulladores y araña), tucanes, guacamayos, una gallina de monte, dos pavos, cerdos, aves rapaces, iguanas... y todo relativamente cerca.

La lluvia había cesado. Al parecer el tiempo fue muy adecuado para ver animales, pues no hacía nada de calor y estaban activos. Pero esto no fue todo, en el viaje de vuelta en lancha, vimos una ballena jorobado con su cria, bastante cerca. Aunque en principio no vimos más que sus chepas al salir a respirar, la cría nos deleitó con algunos saltos sacando medio cuerpo fuera del agua ¡fue emocionante!. También vimos delfines saltando ¡y una tortuga lora a dos metros de nosotros!... ¡Increible!

La consecuencia de tanta emoción es que llegué a Drake (sobre las 4pm) con un dolor de cabeza de tanto forzar la vista al sol y del va y ven del barco que me dejó valdada para el resto de la tarde. Pero feliz.

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