viernes, 2 de agosto de 2013

KUNMING - JIANSHUI


Cogimos un taxi a la Estación Sur de Autobuses, que estaba a unos interminables 20km. Gracias a la aplicación de móvil que instaló Vic nos fuimos orientando.

Compramos billete de autobús y salimos a las 10:30am. El viaje duró 4h., casi todo por autopista.

En Janshui nos alojamos en la segunda opción en la que preguntamos pues en la primera intentaron liarnos con el precio. El hotel nos pareció baratísimo y la habitación vieja y ajada, pero amplia, luminosa y limpia, nos pareció con encanto. Cogimos la habitación de 60 porque tenía ordenador, pero podríamos haber cogido la de 40 porque el hotel tiene wifi.

En general, esta es la ciudad más barata, con diferencia, en lo que llevamos en el país: el taxi, el alojamiento, la comida...

Comimos en un sitio que desde fuera pasa bastante desapercibido, casi delante del hotel, en la calle principal: la mejor sopa que hemos probado hasta ahora en China: un enorme tazón de tallarines de arroz con verduras, carne y salsa de sésamo ¡deliciosa! que engullimos a palillo limpio y luego nos bebimos.

Visitamos el mercado, donde siempre nos gusta curiosear expectantes de ver cosas curiosas y sorprendentes. En esta ocasión fue la desagradable confirmación de la venta de carne de perro y la triste visión de los canes enjaulados :(

El centro de Janshui es un lugar muy animado y comercial, con mucho ambiente pero no sin agobios, aunque sí algo ruidoso. Los edificios son pintorescos y la puerta de entrada a la ciudad es impresionante.

Se nota que llegan menos turistas occidentales a esta ciudad porque llamamos más la atención si cabe, de lo habitual y la gente nos miraba con más descaro.

Por la noche en el parque, disfrutamos del ocio de la gente. En la oscuridad de la noche, iluminados apenas con linternas y la luz de las fachadas, grupos de personas, mayores y jóvenes, bailaban, tocaban instrumentos, cantaban... Todo un espectáculo alegre y divertido.

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