sábado, 6 de septiembre de 2014

TOMOHON - MANADO


Nos levantamos y desayunamos muy a gusto en la pérgola sobre la laguna de nuestro alojamiento. Nos prepararon unos deliciosos crepés de plátano que saboreamos como si estuviéramos en el paraíso. El sitio donde estábamos alojados nos pareció un lugar muuuuy agradable. Lo único que a partir de las 4am empezó un jaleo de gallos, pájaros, canciones a capela desde alguna iglesia cercana... que me despertó y ya no me pude volver a dormir profundamente, pero no me importó nada.

Sobre las 9am dejamos las mochilas en la cabaña de recepción y nos fuimos al mercado de Tomohon que es famoso en la zona y que al parecer el sábado (hoy) es el mejor día para visitarlo porque vienen los carniceros de serpientes... El mercado está justo al lado de la terminal, donde llegamos en bemo que tomamos en la carretera principal.

El mercado no es muy grande y lo más interesante es la parte de carnicería, donde vimos cerdos, zorros voladores, ratas y gatos muertos y preparados, y lo más duro: jaulas con perros vivos jadeantes al sol, esperando a ser sacrificados para su preparación y venta, como los que también tenían expuestos. Por casualidad Vic vió el sacrificio de uno de ellos y se quedó un buen rato en shock. Todo esto nos produce una mezcla de aprensión y curiosidad que intentamos llevar en su justa medida...

El mercado es algo caótico y no muy grande. Así que a las 12am estábamos en el restaurante del día anterior para comer, descansar un poco y conectarnos. 

Recogimos las mochilas y de nuevo volvimos a la terminal donde cogimos un microbus a Manado (20.000Rp) que nos dejó en una terminal muy alejada del centro. Si coges autobús de Tomohon a Manado por la tarde, siéntate en los asientos de la derecha para que no te de el sol casi todo el viaje, y para disfrutar de las vistas del valle.

En Manado cogimos una bemo dirección al centro y cuando vimos en el mapa ofline que estábamos cerca del hotel que habíamos reservado, nos bajamos. En esta ocasión nos alojamos en el Regina Hotel (220.000Rp/noche). La habitación estaba bien, muy espaciosa, aire acondicionado, TV, wifi en la zona común, ducha con agua caliente. El desayuno estaba incluido y la situación céntrica, cerca del puerto.

Nos duchamos, descansamos un poco y salimos a dar una vuelta aunque sin demasiado ánimo. Después de los entornos tan tranquilos en los que hemos estado, una ciudad como Manado se nos hace especialmente dura y agresiva. Sobre todo por el tráfico intenso, ruidoso y maloliente. Curioseamos en un centro comercial, nos echamos unas partidas en una sala de juegos del neanderthal y cenamos en una zona de warungs. Volvimos bastante cansados y quizás algo nostálgicos de que este es el final de un viaje que ha sido maravilloso.

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