Pasamos al día en el Parque Nacional Santa Elena. Y por la tarde-noche visitamos un ranario.
La furgoneta pasó a recogernos a las 8am (hay varios horarios de
transporte al parque, tanto para ir como para volver, pero hay que reservarlo
con antelación).
En la entrada del parque nos dieron un planito con los senderos. Hicimos los
siguientes: Caño Negro, Sendero Encantado y Sendero
del Bajo. Los senderos transcurren por un exuberante
bosque verde y apretado. De vez en cuando se abría y nos dejaba ver alguna
panorámica del bosque. El día estaba bastante despejado y pudimos divisar el
Volcán Arenal. Lo que echamos de menos, fue ver algún animal. Oímos pájaros,
pero de vez en cuando se hacía el silencio y tampoco se movía nada. El bosque
parecía un decorado vacío pero impresionante. Alucinamos con algunos árboles
por su altura, forma o tamaño.
En la
última parte del trayecto, cuando nos dirigíamos a la entrada del parque, nos
cayó un aguacero. Los paraguas nos protegieron lo que pudieron, pero al final
empezamos a calarnos los pies. En la cafetería esperamos el transporte,
que nos recogió de vuelta a las 3pm.
En el pueblo descansamos un poco, y a las 5.30 nos acercamos a ver el
ranario. Me encantan las ranas y echaba de menos ver un
muestrario de las que hay en Costa Rica.
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