miércoles, 7 de septiembre de 2011

DOMINICAL - UVITA


Hoy llegamos a Uvita, nos dimos un chapuzón en su catarata y nos informamos de las actividades disponibles para el día siguiente. Reservamos la actividad de acompañamiento a guardaparques en su patrulla nocturna para la noche siguiente.

Como el autobús a Uvita salía a las 10.30am nos lo tomamos con calma. A primera hora me di un paseo por la salvaje playa desierta. Estaba preciosa, había muchas aves buscando comida y algunas ardillas en los árboles. Desayunamos en el Tortillas Flats. 

El trayecto a Uvita fue corto (estaba a 17km). Uvita es muy pequeño y está dividido en dos partes: el pueblo, que está en el interior, junto a la carretera general, y la bahía o Uvita playa, a unos 3km de distancia por unos caminos, que es donde está el Parque Nacional Ballenas y algunos negocios turísticos y de restauración.

Nos alojamos en Cabinas Los Laureles, que está en el pueblo. La habitación, correcta, pero el recinto ajardinado, muy agradable. Además tienen un bosque privado por el que se puede pasear (no nos dio tiempo). Éramos los únicos inquilinos. Víctor, el hijo del dueño, nos dio información muy útil de las cosas que se podían hacer por allí, entre otras cosas, visitar la cascada que había a 1km. 

Allá fuimos y nos refrescamos con un chapuzón en una poza sobre la que caía la cascada. Nos dejó como nuevos pues habíamos llegado con bastante calor.

Cenamos en una Soda cercana que nos recomendó Víctor, con apagón incluido debido a la tormenta estruendosa que nos cayó.

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