Llegamos a la estación de autobuses en bus urbano desde el hostel. Cogimos un autobús que salió a las 11:30am. y que nos llevó directamente a Shaxi (con escala en una ciudad a mitad de camino).
El viaje fue tortuoso pero bonito y muy interesante. Pasamos por montañas y valles, por campos de cultivo (maíz, arroz y tabaco, fundamentalmente) y un montón de pueblos y aldeas. Sufrimos la conducción china, especialmente los adelantamientos...
Como no pudimos reservar alojamiento con antelación por falta de información, intentamos encontrar una guesthouse que recomendaba la guía, pero en vista del lío para encontrarla, preguntamos en la primera pensión que vimos con buena pinta y allí nos alojamos. Un sitio chino total.
La toma de contacto con el pueblo fue espectacular porque había mercado semanal y aunque ya había movimiento de recogida, fue impactante entrar por la calle principal entre infinidad de puestos, gente vestida con trajes extraños y coloridos, caras exóticas...
Shaxi el un pueblo muy pintoresco, con el centro peatonal, con un ambiente muy rural, tranquilo y acogedor.
Después de comer en uno de sus agradables restaurantes, pasamos la tarde, cada uno a lo suyo: yo explorando todo lo que pude y Vic leyendo en la plaza.
Shaxi el un pueblo muy pintoresco, con el centro peatonal, con un ambiente muy rural, tranquilo y acogedor.
Después de comer en uno de sus agradables restaurantes, pasamos la tarde, cada uno a lo suyo: yo explorando todo lo que pude y Vic leyendo en la plaza.
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