Vinieron a recogernos al hostel en una furgoneta, antes de las 8am. y nos llevaron a otra furgoneta donde había tres guiris más con el mismo destino. El viaje se hizo largo porque había bastante tráfico y alguna retención. En el pueblo cambiamos de nuevo a otra furgoneta (la tercera), que nos dejó en la entrada de la Garganta del Salto del Tigre, donde pagamos la entrada.
Empezamos la subida sobre las 12pm. y anduvimos unas 5h. La subida se me hizo durilla, muy empinada, con vueltas y revueltas. Había locales ofreciendo mulas para subir por un módico predio y algunos senderistas las tomaron.
Nos alojamos en la segunda aldea del sendero, creo que se llama Ya Cha, en la Tea-Horse Guesthouse. Fue el sitio perfecto donde pasar la tarde y pernoctar, con una vista impresionante de la montaña, en un entorno idílico, aislados del mundo.
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